No pregunten nada, no hay que darle más vueltas, esto es un chiste cazurro más.
Uno de esos que suelo soltar en un bar cuando la tasa me come las venas, o si me arrastran a entrar en una iglesia o cuando me aburro en una charla de intelectuales o expertos de algo.
Y para que no levantar burbujas ni ampollas añado la versión paritaria, que estamos en una semana muy mala para hacer chistes sexistas y enseguida se enfadan los marujos políticamente guionizados.
Ya puestos, hace años que intento encontrar una respuesta coherente a otra pregunta:
¿Por qué se usa la palabra “braguitas” y no es tan frecuente escuchar”calzoncillitos”?
Y los lectores de eso que llaman humor inteligente casi mejor vuelvan el lunes, a ver si tienen más suerte.